Domingo de Ramos
Como una lluvia de cenizas, en un mar opalino
Me revolqué y así todo lo estropeé
Así se quedó como un resto, un gigante de piedra
Un desastroso Νada, bordado por tus estrellas
Hasta cuando permaneceré en tus memorias vestidas con trapos
Hasta cuando estaré buscando, sangrando entre versos
El respiro de tu sonrisa, los crujidos de tus pasos
El trémolo del amor, en los espasmos de tu voz
Gasté tantos años, esperando tu sombra
Necesito una mano caliente, para que me cierre los ojos
Expiro incapaz, lejos de tus caricias
En mi vida ya caen, lunas muertas
Domingo de Ramos, noche de primavera
Te mando por tu fiesta
Una postal de Ades
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